Acoso de rostros que gritan al propio dormido.
Violencia sin contención, seres de uniforme, que sujetan vanamente a la muchedumbre.
Un disparo, nadie grita...
Un cuerpo cae, pero la ¿consciente? voluntad onírica le hace incorporar, saltar, sonreir con ojos huecos de la vida que sale a pasear.
Y en el medio: Yo...
Director de esta inquietante película que son mis sueños.
