De palabras proféticas
al deseo de atrapar la luz del sol
en el revés del mundo;
en tu aparente locura, Profeta,
vives la propia senda
que recorres una y otra vez,
una y otra vez...
Así hasta el punto inicial,
el borde incongruente
entre aquí y allá,
entre ser y existir
ó
no ser en el desaparecer cotidiano,
diluido
en las cientos de almas
sin un propio destino
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